El conocido como buckypaper es un nuevo material que se caracteriza por ser muy resistente y al mismo tiempo ligero, fabricado utilizando nanotubos de carbono (CNT) comprimidos (estructuras largas y cilíndricas que consisten en moléculas de grafito hexagonales unidas en los bordes).
Un ‘buckypaper’ está hecho de fibras CNT con un tamaño aproximado, 50.000 veces más pequeño que el diámetro de un cabello humano. No debe llevarnos a engaño el hecho de que sea un material tan fino, los nanotubos tienen enlaces atómicos tan potentes como para hacerlos dos veces más duro que el diamante.
Cuando se apilan sus hojas, el material compuesto resultante, que se parece al papel de carbón de una máquina de escribir o calco, es diez veces más ligero que el acero, aunque 250 veces más fuerte. Además, a diferencia de los materiales compuestos convencionales, conduce la electricidad como el silicio y dispersa el calor como el acero. En esta disposición, la capacidad de carga de corriente es muy alta. También tiene una excelente conductividad térmica y baja reflectividad óptica.
Buckypaper, enorme potencialidad en diferentes usos
Su diferentes usos, todavía están en estudio, pero, demostrando una vez más que la nanotecnología es un sueño hecho realidad, ya se encuentran aplicaciones prácticas muy interesantes. En la industria aeronáutica, buscan implementar su uso, ya que reforzando la estructura con buckypaper, se reduce el peso, permitiendo ahorrar combustible y añade otras ventajas, como por ejemplo el refuerzo contra las descargas eléctricas de los rayos.
También es muy interesante su uso en el sector de la medicina, ya que es un buen material para utilizar en los implantes artificiales.
Proyecto PLATFORM. Investigación europea
El proyecto PLATFORM, perteneciente al Programa Marco H2020, pretende desarrollar líneas piloto de acceso abierto para la producción industrial de ‘buckypapers’, preimpregnados y tratados con CNT para aplicaciones de compuestos en diferentes sectores.